domingo, 8 de noviembre de 2020

Nieve

 


Era una mañana algo extraña, la nieve caía con un silencio sepulcral, la gente, ovillada sobre si misma, se apresuraba a llegar a sus destinos, luego de haber sido sorprendidos por este manto de nieve que no había sido anticipado por los pronósticos. No soplaba ni una gota de viento, no se escuchaba mas que el silencioso rodar de los pocos autos que circulaban con precaución sobre las calles, parecía que de un momento a otro todo se había relentizado, se había detenido progresivamente, para dar paso a este fenómeno natural. Sólo un "Ya no nieva como en mis tiempos" se escuchó decir, de un abuelo que miraba los copos caer desde la ventana abierta de su hogar. Y entonces, esa calma que se había impuesto se rompió, como esas sacudidas que sufre un niño al comenzar a quedarse dormido sentado mientras dibuja, los autos aceleraron su marcha, la gente levantó la mirada y apresuraron sus pasos, el viento comenzó a arremolinar la nieve. Y todo volvió a su calma normalidad. 

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